Galería: los mejores papeles pintados para conseguir un acabado de lujo
A veces, a la hora de decorar, nos olvidamos de un elemento que puede aportar muchísima personalidad a una estancia: el papel pintado. Es fácil de colocar y no requiere obra ni reforma pero puede cambiar por completo el aspecto de un mueble o de una pared. En Tribeca os hemos seleccionado algunas ideas y tendencias para colocar papel de pared y conseguir un resultado de lujo:
Las líneas verticales aportan altura y los tonos claros luminosidad y calidez. En este caso, el papel es el complemento perfecto pero deja todo el protagonismo al mueble y el resto de elementos decorativos. Naturaleza salvaje: flora, fauna y fondos marinos. Las tendencias en papel pintado nos dan un amplio abanico de posibilidades. Es importante asegurarse de tener luz natural, sobre todo si escogemos tonos oscuros. Efecto óptico: cemento, mármol, tejido… Es sencillo, fácil de combinar y perfecto para contrastar una pared, dejando el resto en blanco. Puntos extra si combinamos el color o el tono con los textiles. Étnico y rotundo. Los papeles estampados de motivos africanos o asiáticos son tendencia y además quedan fenomenal tanto con una decoración clásica, como moderna. De nota: añadir alguna escultura o figura con personalidad. La primera impresión es la que importa. Un recibidor de lujo es muy fácil de conseguir: sólo necesitas un papel llamativo, una consola y un par de jarrones o láminas. El contraste entre blanco luminoso y papel y madera oscuros es de diez. En el dormitorio, un truco clásico es colocar el papel pintado sólo en la pared del cabecero de la cama, para resaltarlo y que no resulte cargante. Si utilizamos tonos claros y motivos geométricos, nos será muy fácil de combinar. Y, para acabar, murales que son auténticas obras de arte. Los más lanzados adorarán estos papeles capaces de atraer todas las miradas y que sustituyen los clásicos cuadros colgados en la pared por enormes murales artísticos. Aconsejamos muebles discretos para dejarle todo el protagonismo, eso sí. ¿Te atreves?