Claves decorativas para el teletrabajo
Adaptar el espacio del que disponemos es esencial antes de empezar a trabajar desde casa
“Teletrabajo” es una de las palabras del año, sin duda. En muchos casos, hemos tenido que cambiar hábitos laborales y aprender a trabajar desde casa. Y no es tan sencillo como tener un ordenador y conexión a internet: adaptar el espacio del que disponemos es esencial.
Para empezar, todo depende de los metros cuadrados de los que dispongamos. Nunca será igual la zona de trabajo de quien tiene una habitación destinada a estudio que la de quien cuenta con un pequeño rincón en su salón.
Sea como fuere, es importante pensar muy bien dónde vamos a ubicar nuestra oficina. Si tenemos niños, lo mejor es no compartir espacio con su zona de juegos, por razones obvias. Puedes, por ejemplo, buscar un hueco en el comedor, lugar por lo general más tranquilo y menos concurrido que el salón.
Otra de las claves a tener en cuenta es ser consecuentes con las medidas: es más importante tener una zona de trabajo cómoda, funcional y más o menos aislada que contar con un escritorio enorme. Hoy en día, una mesita escritorio para el portátil será casi siempre más que suficiente (a menos que tu puesto laboral lo requiera, por supuesto).
Pocos muebles, pero funcionales
La funcionalidad es siempre un valor a tener en cuenta. No debemos olvidar que se trata de un espacio para trabajar: lo mejor es tener pocos muebles que cumplan su función o, a ser posible, más de una a la vez. Sobre todo si contamos con pocos metros cuadrados, la versatilidad será un valor añadido: escritorios con almacenaje, integrados en librerías o suspendidos en la pared son una apuesta segura.
Otra característica básica de nuestra oficina en casa es la ergonomía. Opta siempre por mesas y sillas diseñadas para trabajar: tu espalda y tu vista te lo agradecerán y te permitirá mantener la concentración más fácilmente.
Casi igual de importante es mantener el orden: hazte con cestas, cajas, mesas con cajones o almacenaje, estanterías para los libros o archivadores… Ten el escritorio ordenado y trabajarás mejor y mucho más rápido.
Un estudio tiene que estar bien iluminado, ya que vamos a pasar mucho tiempo trabajando en él. Lo ideal es que contemos con el máximo posible de horas de luz natural. Además, recomendamos utilizar colores claros para las paredes (el blanco es el mejor aliado para reflejar la luz) y no abusar de la decoración mural. Así evitarás distracciones innecesarios y crearás un ambiente tranquilo y relajado.
Los muebles de cristal o de espejo también ayudan a reflejar la luz y, de paso, hacen que cualquier espacio parezca más grande de lo que es.
En Tribeca trabajamos con una amplia selección de fabricantes de mobiliario de oficina, tanto profesional como para el hogar. Además, ofrecemos la posibilidad de adaptar o diseñar a medida el escritorio que mejor se adapte a tus necesidades. No dudes en contactarnos.